10 jul 2010

Hasta que la muerte nos separe.

– Ven, nos sentaremos a tomar algo y me cuentas. Siéntate aquí a mi lado ¿Quieres una  cerveza? Yo tomaré una; hace un calor sofocante; pero... Cuéntame, ¿te encuentras bien?
– Bueno...ahora un poco mejor; pero he tenido problemas para dormir durante varias noches.
–Pobre, no me extraña, creo que a mí me habría costado mucho superarlo; pero sobre todo lo que me cuesta más es entenderlo; después de tanto tiempo...
Un camarero se acercó a la mesa, y preguntó: – ¿Que van a tomar los señores?
–Dos cervezas. Tráiganos dos cervezas muy frías, hace un calor sofocante. Y Verónica...¿Lo vio?
– No, la grité que se volviera a casa y se ocupara de los niños. Ambos sentían mucho cariño por los dos, eran como sus abuelos. Siempre los estaban dando caprichos. Todavía me cuesta creerlo.
–Pobres, y, ¿que les habéis contado?... Sí póngalas por aquí, gracias. ! Hum, está deliciosa creí que me derretía!
– Nada. Todavía no los hemos dicho nada.
– Y tú,¿como te diste cuenta?
–Escuche los gritos de Carmen; pero al principio me pareció una discusión en la calle; ahora en verano, al estar todo abierto escuchamos gritos  de vez en cuando. Pero no me podía imaginar...
–Y ¿Que pasó?
– Bajé el volumen del televisor y volví a escuchar los gritos que venían de su casa. Salí corriendo y mientras cruzaba la calle vi su puerta  entreabierta, entré llamando a Carmen pero nadie me contestaba.
–  !Joder! 
– Cruce el comedor  mientras la llamaba: !Carmen! Luego el pasillo: ! Carmen, Paco!... Al entrar en su dormitorio, la vi en el suelo sobre un charco de sangre, la habían abierto la cabeza con un hacha.
–Dios mío, ! Que horror! Y tu ¿que hiciste?
–Busqué a Paco por todas partes pero no lo encontré salí a la calle cuando venía Verónica y la grité que se marchara a casa. Volví y llamé al 112 .
–Dios mío ¿ Y Paco?
–Lo encontró la policía ahorcado en el jardín con su propio cinturón.
–¿Cuanto llevaban juntos?
– El año pasado nos invitaron por sus 50 años de casados.
– El la habría pegado más veces, seguro.
– Jamás vi un mal gesto de Paco a Carmen . Era una pareja de abuelos encantadores siempre vi ternura en su relación. Nunca lo podré entender.
– Dios nos libre de algo así. ! Camarero!...